📰 Empresas de defensa bajo fuertes críticas
Los grandes fabricantes de armas han “engañado” al Ejército de Estados Unidos vendiéndole equipamiento extremadamente costoso, aun cuando existían opciones comerciales mucho más baratas. Así lo afirmó Dan Driscoll, Secretario del Ejército estadounidense, en declaraciones inusualmente directas contra compañías que abastecen al mayor ejército del mundo.
Driscoll señaló que tanto el Pentágono como el propio gobierno contribuyeron al problema al crear incentivos que permitieron a las empresas “cobrar precios astronómicos”. Sus palabras llegan en un momento de creciente presión política y pública sobre cómo se utilizan los fondos del Departamento de Defensa.
🔍 Contratos millonarios y precios fuera de control
Grandes contratistas como Lockheed Martin, RTX, Northrop Grumman y Boeing suministran desde aviones F-35 hasta complejos sistemas de defensa de misiles. Sin embargo, varios informes revelan que ciertos componentes se venden a precios inmensamente inflados.
Un ejemplo señalado por el propio Ejército: una perilla de control del helicóptero Black Hawk, que costaba 47,000 dólares en su ensamblaje, podría fabricarse de forma independiente por solamente 15 dólares.
Driscoll advirtió:
“El sistema ha cambiado. Ya no se permitirá que vuelvan a hacerle eso al Ejército de Estados Unidos”.
⚙️ Una reforma en las adquisiciones militares
El Ejército ha anunciado una nueva iniciativa para agilizar su proceso de adquisiciones como parte del esfuerzo general del Pentágono por responder más rápido ante amenazas globales emergentes.
La semana pasada se reveló que el Ejército planea comprar al menos un millón de drones en los próximos dos o tres años. En lugar de depender únicamente de los grandes contratistas tradicionales, busca trabajar con empresas que produzcan drones comerciales, más económicos y accesibles.
🏛️ Presión política y reformas legislativas
La senadora demócrata Elizabeth Warren ha intensificado la presión contra la industria de defensa, exigiendo que deje de oponerse a leyes que promuevan el derecho a reparar equipos militares para evitar sobrecostos injustificados.
📝 Mi opinión breve (añadido)
Este caso vuelve a exponer un problema histórico: el enorme poder de los contratistas militares y la falta de supervisión efectiva sobre los costos. El reconocimiento público del Secretario del Ejército es un paso importante, pero las reformas solo funcionarán si se aplican con transparencia. Reducir la dependencia de unos pocos gigantes de defensa y abrir oportunidades a empresas tecnológicas más pequeñas podría representar un cambio significativo para el futuro de las adquisiciones militares de Estados Unidos.
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