Conflicto entre Trump y Newsom por protestas migratorias

Conflicto entre Trump y Newsom por protestas migratorias

El despliegue de la Guardia Nacional por parte de Trump en las protestas de Los Ángeles intensifica el conflicto entre Trump y Newsom, poniendo al gobernador en una delicada encrucijada política.

9 de junio (Reuters) – Poco después de que estallaran protestas aisladas en Los Ángeles el viernes tras redadas migratorias federales, el presidente Donald Trump y el gobernador de California, Gavin Newsom, hablaron por teléfono. Según Newsom, Trump no mencionó ninguna respuesta federal durante la conversación, que describió como “muy cordial” en MSNBC el domingo.

Veinticuatro horas después, Trump despliega Guardia Nacional al estado, pasando por alto a Newsom y desatando otra tormenta política por sus esfuerzos agresivos para deportar a migrantes que viven ilegalmente en EE. UU. Este hecho marca otro capítulo más en el conflicto entre Trump y Newsom, una rivalidad que ha definido la política de California en los últimos años.

Para Gavin Newsom —gobernador del estado más poblado del país y potencial candidato demócrata a la presidencia en 2028— la maniobra de Trump representa riesgos políticos significativos.

El conflicto entre Trump y Newsom sigue escalando
El conflicto entre Trump y Newsom sigue escalando

Durante los mandatos de Trump, los gobernadores demócratas han luchado por encontrar la mejor manera de lidiar con el volátil presidente republicano: enfrentarlo puede generar represalias, pero ceder terreno a veces lo alienta a ir más lejos. Este dilema es especialmente agudo en el conflicto entre Trump y Newsom, donde cualquier movimiento puede tener consecuencias nacionales.

Newsom y Trump han chocado en múltiples ocasiones. Trump lo ha llamado "Newscum", y Newsom, tras la victoria de Trump en 2016, prometió hacer de California un estado "a prueba de Trump".

Sin embargo, en los primeros meses del nuevo mandato de Trump, Newsom ha optado con frecuencia por la conciliación en lugar del enfrentamiento: se reunió con el presidente en la pista de aterrizaje durante los incendios forestales devastadores de enero y entrevistó a seguidores destacados de Trump como Charlie Kirk y Steve Bannon en su nuevo pódcast.

Pero la decisión de Trump de enviar tropas a California —la primera vez en décadas que un presidente lo hace sin una solicitud del gobernador— y su afirmación de que Los Ángeles estaba siendo “invadida” por turbas violentas, parecen haber convencido a Newsom de abandonar su enfoque conciliador. De nuevo, el conflicto entre Trump y Newsom se intensifica, polarizando aún más el escenario político.

“Siempre he querido interactuar con el presidente de los Estados Unidos de manera respetuosa y responsable”, dijo Newsom a MSNBC el domingo. “Pero no se puede trabajar con el presidente, solo se trabaja para él, y yo nunca trabajaré para Donald Trump.”

Hablando con la prensa el lunes, Trump calificó a Newsom de incompetente y dijo que debería ser arrestado.
“Creo que su principal crimen es postularse para gobernador, porque ha hecho un trabajo terrible”, dijo Trump cuando se le preguntó qué crimen había cometido Newsom.

‘Un acto delicado’

El estado demandó a Trump el lunes, buscando obligarlo a revertir el despliegue de la Guardia. Mientras tanto, unos 700 marines serán enviados a Los Ángeles hasta que lleguen más efectivos de la Guardia, según un funcionario estadounidense.

Newsom está intentando navegar aguas políticas turbulentas, según estrategas de ambos partidos. Como gobernador de California, un estado firmemente demócrata que Trump ha caricaturizado con gusto en cada oportunidad, Newsom podría tener dificultades para atraer a votantes indecisos como candidato nacional sin moderar su imagen. El conflicto entre Trump y Newsom se convierte así en un obstáculo estratégico.

El conflicto entre Trump y Newsom se convierte así en un obstáculo estratégico.
El conflicto entre Trump y Newsom se convierte así en un obstáculo estratégico.

También corre el riesgo de que enfurecer a Trump perjudique a los 39 millones de habitantes del estado; el gobernador aún espera fondos federales para la reconstrucción tras los incendios forestales, mientras que el presidente recientemente amenazó con cortar el financiamiento educativo del estado después de que una niña transgénero compitiera en una carrera de atletismo femenina.

Al mismo tiempo, los votantes demócratas quieren ver a sus líderes luchar con uñas y dientes contra lo que consideran ilegalidades y corrupción de Trump. La ley migratoria en EE.UU. también se encuentra en el centro del debate, ya que es el motor detrás del accionar federal.

“Está sirviendo a sus propias ambiciones tanto como al estado de California, y esas dos cosas no siempre coinciden”, dijo Steven Maviglio, un veterano consultor demócrata en el estado. “Es un dilema para Newsom.”

Las protestas permitieron a Trump promover sus políticas migratorias de línea dura mientras alegaba que California era incapaz de detener la violencia sin su intervención. Este evento solo profundiza el conflicto entre Trump y Newsom, poniendo a ambos en un curso de colisión cada vez más difícil de evitar.

“En este caso, creo que el presidente realmente ha puesto en jaque al gobernador”, añadió Maviglio. “Esto alimenta perfectamente su narrativa sobre lo que es California: un estado exageradamente liberal con ilegalidad, inmigrantes y sin reglas.”

Jon Fleischman, estratega republicano y exdirector ejecutivo del Partido Republicano estatal, dijo que las imágenes de autos en llamas y manifestantes ondeando banderas mexicanas solo reforzaban la postura de Trump. Según él, Newsom cayó en la trampa de Trump al culparlo por la escalada de violencia.

“Donald Trump no puede obligar a alguien a lanzar una piedra contra un coche patrulla”, dijo.

Otros gobernadores demócratas han enfrentado dilemas similares durante el mandato de Trump.

En abril, la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer —también considerada posible candidata presidencial en 2028— visitó la Casa Blanca para hablar sobre el futuro de una base militar en su estado, pero se vio sorprendida en el Despacho Oval cuando Trump firmó órdenes ejecutivas contra sus enemigos políticos. Una fotografía de la gobernadora cubriéndose la cara de las cámaras se volvió viral.

“Equilibrar las necesidades de tu estado y trabajar con el presidente Trump, si eres un gobernador demócrata, siempre va a ser un acto delicado”, dijo Chris Meagher, consultor demócrata en comunicación.
“Creo que mientras más pueda el gobernador Newsom mantenerse enfocado, hacer su trabajo y demostrar que tiene la situación bajo control, mejor estará”. El conflicto entre Trump y Newsom, sin embargo, seguirá marcando su camino político en los próximos años.

Este artículo es una traducción del original publicado por Reuters. Para seguir más noticias actualizadas sobre política y economía mundial, visita Tiempos De Diversión.

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