El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, alcanzó un acuerdo comercial entre Estados Unidos y Japón que reduce los aranceles entre EE.UU. y Japón sobre las importaciones de automóviles y evita que Tokio enfrente nuevos gravámenes sobre otros productos, a cambio de un paquete de inversión japonesa en Estados Unidos valorado en 550.000 millones de dólares.
Se trata del acuerdo comercial entre Estados Unidos y Japón más significativo dentro de la serie de pactos que Trump ha concretado desde que anunció aranceles globales en abril, aunque, como en otros casos, los detalles exactos siguen sin estar claros.
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ToggleImpacto en el sector automotriz japonés
El sector automotriz japonés, que representa más de una cuarta parte de sus exportaciones hacia EE.UU., verá cómo los aranceles existentes bajan del 27,5% al 15%, marcando una clara reducción de aranceles automotrices. Además, los gravámenes que iban a aplicarse a otros productos japoneses a partir del 1 de agosto también se reducirán del 25% al 15%.
El anuncio impulsó el índice bursátil Nikkei de Japón, que subió casi un 4%, alcanzando su nivel más alto en un año, liderado por las acciones de los fabricantes de automóviles: Toyota subió más de un 14% y Honda cerca de un 11%.

“Acabo de firmar el ACUERDO COMERCIAL más grande de la historia con Japón”, afirmó Trump en su plataforma Truth Social. “Este es un momento muy emocionante para Estados Unidos, y especialmente porque continuaremos manteniendo una gran relación con Japón”, agregó.
El primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, quien negó los rumores de que renunciaría tras una dura derrota electoral, calificó el acuerdo comercial entre Estados Unidos y Japón como “la tasa más baja jamás aplicada entre países con superávit comercial con EE.UU.”
El comercio bilateral entre ambos países alcanzó casi 230.000 millones de dólares en 2024, con Japón registrando un superávit cercano a 70.000 millones. Japón es el quinto socio comercial más importante de EE.UU., según datos de la Oficina del Censo estadounidense.
El paquete de inversión japonesa en Estados Unidos incluye préstamos y garantías de instituciones afiliadas al gobierno japonés por hasta 550.000 millones de dólares, destinados a que empresas niponas “construyan cadenas de suministro resilientes en sectores clave como farmacéuticos y semiconductores”, señaló Ishiba.
Japón también aumentará la compra de productos agrícolas estadounidenses, como el arroz, indicó un funcionario de la administración Trump. Ishiba aseguró que la proporción de importaciones de arroz estadounidense podría incrementarse, aunque el acuerdo “no sacrifica” la agricultura japonesa.
El vicegobernador del Banco de Japón, Shinichi Uchida, calificó el pacto como “un gran avance” y destacó que reduce la incertidumbre sobre la economía. Algunos economistas habían advertido que los aranceles podían llevar a Japón —la cuarta economía del mundo— a una recesión.
La mayor asociación empresarial japonesa, Keidanren, celebró el acuerdo, considerándolo un reconocimiento a las significativas contribuciones de las compañías japonesas a la economía y sociedad estadounidenses.
El optimismo se extendió a fabricantes de automóviles surcoreanos y europeos, ante la expectativa de lograr acuerdos similares. Sin embargo, las automotrices estadounidenses expresaron su descontento, señalando que el pacto reduce los aranceles a las importaciones japonesas mientras mantiene en 25% los gravámenes a vehículos fabricados en Canadá y México.
“Cualquier acuerdo que cobre un arancel más bajo a importaciones japonesas con prácticamente cero contenido estadounidense, que el impuesto aplicado a vehículos construidos en Norteamérica con alto contenido estadounidense, es un mal acuerdo para la industria y los trabajadores estadounidenses”, afirmó Matt Blunt, presidente del American Automotive Policy Council, que representa a General Motors, Ford y Stellantis.
“MISIÓN CUMPLIDA”
“#Mission Complete”, escribió en X el principal negociador comercial de Japón, Ryosei Akazawa, tras reunirse con Trump en la Casa Blanca.
Akazawa señaló que el acuerdo no cubre exportaciones japonesas de acero y aluminio, que siguen sujetas a un arancel del 50%. Además, Japón eliminará pruebas de seguridad adicionales para autos y camiones estadounidenses importados, una exigencia que Trump había criticado por limitar las ventas de vehículos norteamericanos.
Fotos publicadas por asistentes de Trump mostraron al presidente reunido con Akazawa con un documento titulado “Japan Invest America” donde la cifra “$400B” estaba tachada y reemplazada a mano por “$500”.

Japón es el mayor inversionista extranjero en Estados Unidos, con una posición de 819.000 millones de dólares al cierre de 2024.
Trump expresó su optimismo sobre una posible empresa conjunta con Japón para respaldar un gasoducto en Alaska, un proyecto largamente deseado por su administración.
El equipo de Trump trabaja contrarreloj para cerrar acuerdos comerciales entre Estados Unidos y Japón y con otros países antes del 1 de agosto, fecha en la que entrarían en vigor nuevos aranceles más altos, tras varias prórrogas por presión de los mercados y la industria.
Trump también ha anunciado acuerdos marco con Reino Unido, Vietnam e Indonesia, y ha pausado la guerra arancelaria con China, aunque los detalles aún están pendientes en todos los casos.
Finalmente, Trump informó que negociadores de la Unión Europea llegarán a Washington este miércoles.Para seguir más noticias actualizadas sobre política y economía mundial, visita Tiempos De Diversin.